Resumen
titulado: "¿Qué significa estar orientado profesionalmente?"
Cortada
de Kohan, N.(2000). El profesor y la orientación vocacional.
México: Trillas. pp 11-24.
La elección profesional puede ser facilitada si ya hemos desempeñado alguna actividad que se encuentre vinculada con lo que se quiere, sin embargo, es difícil decidirá cuando no se ha tenido una experiencia relacionada a la actividad profesional.
Una
elección profesional ajena a las capacidades y un verdadero interés
tiene una mayor probabilidad de equivocación y desilusión durante
los estudios o en las ocupaciones laborales. Algunas de las características
son: el hastío, el desgano, la indiferencia, el aislamiento de los
colegas, la agresividad, la impuntualidad, la irresponsabilidad con la asistencia,
entre otras. Estas conductas se ven reflejadas desde el proceso de estudio
y más acentuado en la actividad laboral.
La
satisfacción o insatisfacción profesional está en el
ajuste de las exigencias de la profesión y lo que la persona está
dispuesta a dar de sí. Tal es el caso de las ocupaciones menos agradables
se encuentran personas más o menos conformes con su trabajo, sin embargo,
para algunas, el fin con que realizan su labor y el sentido social que las
envuelve les resulta más satisfactorio como la misma tarea, compensando
el desagrado momento, por ejemplo, las tareas que ejerce una enfermera, si
los valores sociales y la caridad de una persona son grandes, estas tareas
pueden elevar el sentimiento del deber y ser realizadas con amor y respeto.
La
orientación vocacional es el resultado de nuestro tiempo. En el sentido
que aunque el concepto de orientación vocacional consiste en que la
persona se ocupe de lo que esté mejor dotado, sin embargo las profesiones,
estudios y actividades se modifican constantemente. Por ejemplo, las cualidades
de un médico de épocas pasadas no son las mismas que requiere
tener uno de hoy ni serán las que se exigirán al médico
del mañana. Asimismo, para otras profesiones, la orientación
hacia una profesión a de llevar adjunto la flexibilidad de pensamiento
y de actitud para ajustarse al cambio.
El
dilema que se presenta para el futuro es el de un mundo que precisa de jóvenes
especializados, aunque éste sea difícil de adquirir y al mismo
tiempo menos estable.
La
modificación de carreras y profesiones no trasforma el objetivo principal
de la orientación vocacional, mismo que promueve el desarrollo máximo
de las potencialidades personales a fin de integrarse al mundo en el quehacer
y la cultura.
Desde
el punto de vista educativo, la orientación vocacional motiva a la
educación continua; para ello requiere que la educación ofrecida
en los sistemas educativos se centren en su época y a un país,
a fin de adecuarse a ellos; asimismo, la educación a de estar pronta
para ajustarse a los cambios requeridos en la sociedad. Por otra parte, debe
tender a elevar el nivel formativo, disminuir la deserción, lograr
una expansión de la educación, procurar una educación
diferenciada con las personas y las regiones, mejor aprovechamiento de talentos,
entre otros.
Para
los educadores, la vocación no es el punto de llegada sino el proceso
de madurez y aprendizaje durante los años de escuela. En cambio, desde
el punto de vista psicológico, la vocación es una forma de expresar
la personalidad frente al desempleo laboral y del estudio, al mismo tiempo
que se conforma en la medida que se adquiere experiencia, mayor madurez y
reflexión de la realidad.